sábado, 10 de noviembre de 2007

La Biblia

INTRODUCCIÓN
Biblia es una palabra griega y significa libros. Consta de 73 que están divididos en 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.

El presente ensayo tiene el objeto de conceptuar y describir aspectos como Canonicidad, Dei Verbum de la Constitución dogmática, género literario, lectura pastoral y época del exilio.

Rafael Ortega conceptúo el vocablo canonicidad y explico el sentido activo y pasivo de la palabra Canon, Gustavo Vallejo en el capítulo del Dei Verbum explica claramente lo que expone el Santo Concilio sobre la doctrina auténtica sobre la divina revelación y su transmisión, para que todo el mundo, oyendo crea el anuncio de la salvación y creyendo espere y esperando ame. El concepto de género literario, los tipos y ejemplos de los mismos es tratado por Salvador Muñoz. La lectura pastoral es la lectura que se realiza en grupo; José Mizzotti describe un método para la ejecución del mismo. El entorno histórico geográfico de la época del exilio se presenta brevemente por el autor AA.VV.

En resumen la Biblia es el libro sagrado, que se ha descrito para un pueblo, contando con su historia en la que ha intervenido Dios con sus palabras y obras. Los cuales están inspirados debido a la presencia del espíritu santo.

El plan de presentación de los diferentes puntos a tratar es citando las referencias en el texto de forma textual y contextual con respecto a las fuentes de consulta bibliográficas

No hubo limitación en la búsqueda de la bibliografía, se contó con el material fotocopiado, libros y fuente electrónica.

I. Canonicidad
1. Significado del vocablo

Sobre Canonicidad Ortega (2002) dice que:

Es un término clásico que etimológicamente se deriva del griego ‘canon’ o caña y, como servía de metro o regla, de allí vino el significado modelo o norma.

Este autor señala que la canonicidad de la Biblia puede tomar un sentido activo o pasivo. Explica que el sentido activo, indica que la Escritura es, por la verdad o inerrancia que contiene, la ‘norma o normans’, la regla o modelo de vida para la iglesia; mientras que el sentido pasivo quiere decir que la Iglesia, al constatar la santidad de dichos escritos, a diferencia de otros que no lo son o no lo son tanto, los propone o declara solemnemente como inspirados, como Libros sagrados.

2. La "verdad salvífica" o norma de vida

La santidad se refiere ante todo a la rectitud de vida conforme a la voluntad de Dios, mientras que la verdad o inherencia la situamos antes que nada en un plano científico – intelectual.

Cuando se habla de santidad y verdad o inherencia de la Biblia, se pretende subrayar fundamentalmente su aspecto bíblico: con su mensaje no ha pretendido dios hacernos más sabios o eruditos,…sino que ha querido hacernos buenos cristianos u hombres profundamente religiosos.

Ortega (2002) explica que la falta de sinceridad, ciertos actos de crueldad narrados, diversas maldiciones o interpretaciones contra los enemigos, las actitudes de moral sexual deficiente del A.T. y la santidad o verdad salvífica de la Biblia de la siguiente manera:

En primer lugar, las mentiras eran consideradas como estrategias contra los enemigos, personales o nacionales, y ellos las consideraban lícitas, algo así como las llamadas ‘maniobras de guerra fría’ que todavía justificamos.

En segundo lugar, los actos de crueldad fueron suprimidos debido a la fidelidad a Yahweh y su alianza como primer compromiso religioso que tenía el pueblo.

Las maldiciones y deseos de venganza, se comprenden como desahogos del ánimo oprimido o herido, y sobre todo el deseo de ver realizada la justicia de Dios contra los malos.

Finalmente la moral sexual deficiente, se justifica con lo expuesto en el párrafo anterior, a demás de que fue censurado por el escritor o por profetas posteriores.

Los libros "Canónicos" e inspirados

No es lo mismo decir libros canónicos que libros inspirados. Ortega (2002) afirma que: "no hay que identificar lo ‘canónico’ con lo ‘inspirado’, … todos los libros canónicos están inspirados, pero no todos los libros inspirados son aceptados como canónicos".

Los libros que ha aceptado la comunidad de los fieles cristianos, la Iglesia como fieles representantes de nuestra fe y costumbres son los que últimamente fueron llamados: protocánonicos y deuterocanónicos. Ortega (2002) los define de la siguiente manera:

Los Libros protocanónicos son aquellos que siempre fueron admitidos por la Iglesia como inspirados y como norma de fe y costumbre.

Los libros deuterocanónicos son aquellos que la iglesia ahora admite como inspirados, pero que no los habría considerado como tales en algún momento del pasado.

Los criterios de canonicidad varían según las comunidades cristianas, es decir, para los protestantes sólo valen los criterios internos, en cambio los católicos solo se basan en el criterio externo. Según Ortega (2002) la Iglesia confeccionó el canon de Libros Sagrados por vía de exclusión: eliminando aquellos escritos que de alguna forma no transmitían fielmente la vida, las obras y el mensaje del Maestro Jesucristo, y eligiendo los escritos que mejor lo expresaban… Sólo que este criterio es el de la Tradición viva de la misma Iglesia que, asistía por el espíritu, se autodefine, obedeciendo a cristo, y acepta las normas que piensa le sirven de modelo para alcanzar la salvación eterna.

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